miércoles, 11 de marzo de 2009

Editorial


Una cuestión incómoda

“Fui quedando solo, sin cuidados. Todos los que me cuidaban tomaron otros rumbos y con ellos se fue el cariño con el que yo vivía. De nuevo vuelven a preocuparse conmigo, no por cuidado, sino por miedo, porque me volví incómodo”. Fernando Pessoa.

Estos jóvenes irrumpen en la vida cotidiana, nos incomodan, nos incomodan sus actitudes sobre todo porque quiebran las imágenes que nos hacemos de la infancia y la adolescencia, y tienen la osadía de no ser fieles a la imagen que nos hemos prefabricado.
Nos cuestionan sus actitudes que con desparpajo relatan sus vivencias; no son historias edulcoradas ni tan siquiera inocentes; nos escandalizan.
Tierra propicia para brotes de naturalismo – Pululan posturas cómodas: si así nacieron, si la naturaleza los hace con esas inclinaciones para el bien o para el mal, nada queda por hacer- apenas clasificarlos: "Los unos y Los otros”.
¿Cómo condenar las conductas de éstos jóvenes sin condenar la civilización del consenso y el espectáculo a la que ellos quieren acceder de cualquier forma? Y la muerte rondando por ahí, paseándose oronda entre esos cuerpos, y adolescentes jugando con personajes clasificados como del bien y del mal.
Con este tiempo, quebradas las imágenes idealizadas, la cuestión pasa a ser qué otras imágenes de adolescentes nos acompañarían.
Garantizar la vida es una tarea de todos los profesionales e instituciones que lidian con los derechos humanos, pero no se garantiza ningún derecho sin cuerpos vivos, alimentados y respetados. Convertirlos en tiernos monstruos no será más que una forma de huir de nuestras monstruosidades adultas.
Que así sea.

Susana González.

1 comentario:

MariM dijo...

Si!!! Nos escandalizan estas historias y deben escandalizarnos a todos para que no lo tomemos como una realidad definida...como signo de un futuro cerrado.
Coincido Susana con tu planteo, me emocionó leerlo porque denota un sincero compromiso, pero creo que "garantizar la vida" es responsabilidad de toda la sociedad y no tan solo de organizaciones que lidian con los derechos humanos...

Saludos,

Mari